bblab - Pista de Hielo

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La Pista de Hielo se ubica en el recinto ferial Río Manzanares de Valdemoro, Madrid. La parcela es limítrofe con otros equipamientos, como un Parque, una Piscina y la Plaza de Toros. La zona restante en la manzana la ocupará un edificio de viviendas actualmente en construcción. Por su situación (delimitada de cerca, casi encajonada por estos equipamientos) la Pista se adapta a los límites de la propiedad e intenta mitigar la sensación de falta de espacio libre entre los diversos equipamientos de la zona. Intenta dar unidad a las distintas áreas. Pese a la falta de espacio, el edificio intenta que las zonas verdes adyacentes se incorporen al mismo y sus acabados, recíprocamente, intentan a su vez dialogar con el parque y las visiones diagonales de mayor desarrollo a las que se tiene acceso desde la Pista. En este sentido, en sus acabados, el edificio trabaja con varias estrategias: por un lado se intenta dar respuesta tanto a la escala humana como a la representativa y urbana. Con respecto a la primera, se dispone una planta baja de hormigón visto que abraza el edificio en su perímetro más transitado, marcando una línea horizontal hasta la cota +3.45 que acompaña al paseante desde la entrada principal, pasando por la cafetería y hasta la entrada trasera. Con respecto a la segunda, el edificio cuenta con una gran cubierta volada a la cota aproximada de +9.00 m, en los puntos de acceso, que se convierte en un cierto hito reconocible desde los alrededores.

El cerramiento del edificio cuenta con diferentes materiales y texturas colocados según un ritmo aleatorio, pero con una clara intención de provocar una gradación desde zonas totalmente opacas a zonas transparentes. El cerramiento es opaco en sus frentes cercanos a las edificaciones existentes: edificio de viviendas y Plaza de Toros; y en cambio se va abriendo, mediante un cerramiento de muro cortina, hacia la zona verde del Parque y hacia el acceso principal. Mediante esta transparencia el verde exterior se incorpora dentro de la Pista y consigue conectar los distintos espacios haciendo que la sensación de amplitud y unidad sea mayor. El color de los vidrios usados en el muro cortina, distintas tonalidades verdosas, potencia la sensación de espacio natural y abierto y dialoga con las texturas de vegetación existentes. Por su parte, los aleros de la cubierta, además de su función representativa, protegen de los rayos solares el cerramiento de muro cortina, lo que consigue hacer compatibles las características térmicas de una instalación de este tipo, con la intención de generar una situación perceptiva agradable en cuanto al espacio libre en la zona y dentro del edificio.